Sirmione es el lugar ideal para relajarse y desconectar mientras se disfruta de la magnificencia del lago de Garda.
Después de ver el Castillo de Scaliger y las Grutas de Catullo de Sirmione, puede ir a otros lugares conocidos del lago, como Desenzano, un centro cultural que también es un popular destino de compras y restaurantes, Peschiera donde podrá divertirse en los parques de atracciones y bañarse en el agua, Lazise y Bardolino, con sus espectaculares paseos lacustres y fortificaciones medievales, la pintoresca península de Punta San Vigilio y el encantador pueblo medieval de Malcesine, con su castillo y sus calles empedradas.
También se pueden hacer excursiones en barco, catar vinos, jugar al golf o visitar las bodegas locales. Hay muchas actividades en el lago, como ciclismo, golf, balnearios y rutas del vino.
Verona y Mantua son dos encantadoras ciudades artísticas del norte de Italia a las que se puede llegar en menos de una hora; Venecia, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y laguna, así como Milán, centro neurálgico de la moda y la cultura, están a sólo dos horas.